martes, 29 de diciembre de 2009

El Día de la Bestia

Dirigida por Alex de la Iglesia
Escrita por Jorge Guerricaechevarría y Alex de la Iglesia
Con Álex Angulo y Santiago Segura
Música de Battista Lena
Canal + España
España - Italia, 1995
103 minutos

El nacimiento del hijo de Satán. Del anticristo. Aquel que vendrá a terminar con la era del cristianismo para sumir a la humanidad en una era aún más obscura. ¿Qué harías si sabes la ciudad y la fecha en la que nacerá, pero no el lugar exacto? He aquí la premisa de El Día de la Bestia. El sacerdote vasco Ángel Beriartúa (Álex Angulo) descubre, mediante interpretaciones cabalísticas de la biblia, que el anticristo nacerá el día de navidad de 1995 en Madrid, España; pero, como mencioné anteriormente, no sabe precisamente donde. Se aliará entonces con el chusco Josemari (Santiago Segura), un vendedor de discos de death metal, rudo y mentalmente incompetente; y con el Profesor Cavan (Armando de Razza), presentador del programa televisivo ocultista La Zona Obscura para intentar entrar en contacto con Satán, averiguar el lugar exacto del nacimiento del anticristo y matarlo. Delicioso, les digo.

Esta película española, queridos lectores, es una de esas que puedo ver una y otra vez sin hartarme de ella. Es, como bien dice la portada de algunas ediciones en DVD, toda una comedia de acción satánica. Alex de la Iglesia ejecuta su obra sumamente bien, muy admirablemente. El Día de la Bestia es una cosa divertidísima, de un humor negro muy fino y desde luego, mis queridos exploradores del celuloide obscuro, aterradora en ocasiones. Me gusta particularmente la fotografía, ambientada toda en la nochebuena. De la Iglesia consigue transmitir mediante sus imágenes buena parte de la histeria y el caos urbano que las fiestas decembrinas suponen en toda gran urbe como la entrañable Madrid; enfatizando los ambientes disfuncionales y alejados del seño familiar que a la mayoría nos evocan tales festejos. El equipo de producción se vale eficazmente de los neones y la interminable gama de foquitos y luces nocturnas navideñas para generar una imagen plástica que solidifica mucho a la obra en su conjunto; y crea una serie de atmósferas y moods riquísimos: ¿quién, en su sano juicio, está buscando desesperadamente contactar con Satán en nochebuena? Pues estos pintorescos personajes, nada más.

Y dicho sea de paso, qué actuaciones tan dignas de mención las de El Día de la Bestia. Creo que Álex Angulo ya está más que consagrado en los círculos cinematográficos ibéricos (bastaría solo recordar su breve, pero impecable, papel de médico en El Laberinto del Fauno). De hecho, su actuación en esta cinta le valió la nominación a un Premio Goya a Mejor Actor. La verdad es que el papel del sacerdote vasco le viene como anillo al dedo a Angulo, y me cuesta mucho trabajo imaginarme a alguien más interpretándolo. Mediante el sutil histrionismo que le es característico, el actor español contruye a un personaje tan verosímil pero tan cómico a la vez que los que estamos del otro lado de la pantalla no podemos más que recordarlo con el cariño reservado por lo general a los amigos. Y, claro, también desaprovar sus métodos de vez en cuando. Brillante, Angulo. También se llevan las palmas Santiago Segura y Armando de Razza. No debe ser nada sencillo dotar a personajes tan cotidianos y mundanos (los metaleros y los charlatanes abundan, por dios) y dotarlos de un carisma tan entretenido. Los tres juntos funcionan de maravilla, no cabe duda. Y bueno, algunos actores secundarios deben mencionarse. ¿Qué tal la señora de la casa de huéspedes? No está usted para saberlo ni yo para contarlo, estimado lector, pero me recuerda terriblemente a una ex-suegra que ocupaba los más bajos peldaños de mi estima. Eso si que son escalofríos de los buenos. Ejém.

Olviden por favor mis comentarios de mal gusto y sigamos con lo que aquí nos atañe. Uno de los puntos débiles de El Día de la Bestia, que los hay, es la música. Si, el tema heavy-metalero está bueno, funciona como leitmotif; pero definitivamente a la película le falto un score mucho más fuerte, más expresivo. Si ese cabo hubiese quedado atado, posiblemente estaríamos hablando de una película legendaria, pero tristemente no es así. Sin embargo, ya que tocamos los temas acústicos, hay que apuntar que la edición de sonido está bien lograda. Nada extraordinario, pero bien. Creo que esto aplica en general para toda la postproducción de El Día de la Bestia. Los efectos especiales son buenos, la edición es buena, la fluidez de la película es buena. Buena, nada más.

En fin, amigos míos de ¡Susto! y aparte. Concluiré está crítica diciendo que, con toda seguridad, El Día de la Bestia es una película que van a disfrutar muchísimo, pues logrará entretenerlos de principio a fin. Siendo una muestra clara de la calidad del cine español contemporáneo, del terror, la comedia y la difícil pero muy gratificante mezcla que un buen cineasta puede hacer con tales; le otorgamos a El Día de la Bestia cuatro muy satánicos diablitos:

2 comentarios:

Topanga dijo...

Porque siento que el acento madrileño le pone un super plus a películas como estas? Any theories?

Dr. Acula dijo...

¿¿¿Verdad??? No se porqué, pero sí, definitivamente ;)