lunes, 18 de octubre de 2010

Shutter (2004)

(Están entre nosotros)
Dirigida por Banjong Pisanthanakun y Parkpoom Wongpoom
Escrita por Banjong Pisanthanakun, Sopon Sukdapisit y Parkpoom Wongpoom
Con Ananda Everingham y Natthaweeranuch Thongmee
Música de Chartchai Pongrapapan
GMM Grammy
Tailandia, 2004
97 minutos

Mis estimados exploradores del celuloide prohibido, hoy viajaremos por primera vez a Asia la Obscura, Asia la Terrible; que ha despertado la fascinación del mundo occidental durante siglos, evocando la fuerza de sus inmemoriales orígenes, siempre misteriosa, vasta, latente. Tailandia será nuestra primera parada, donde nos encontraremos con una película aterradora, joya de la cinematografía oriental. Acompáñame al mundo fantasmagórico de Shutter, querido lector, y entrégate una vez más a los placeres de la obscuridad.

¿Qué hay más allá de la tumba? Prácticamente todas las tradiciones religiosas del mundo se lo han preguntado. Paraísos, infiernos, limbos... de todo había en la fértil imaginación de la humanidad. Sin embargo, nos decían, a veces las almas de los que se han ido no se van del todo, merodean en este mundo de los vivos buscando resolver asuntos pendientes, prolongando rencores o simplemente espantando a los incautos. Existen brechas, pensaban algunos, rasgaduras en el telón de la realidad de donde salían entidades poco placenteras de observar e imposibles de comprender. Shutter nos sumerge en un mundo lleno de fantasmas, apariciones que están en todos lados, en cada esquina, en el rabillo del ojo o en desafortunadas fotografías.

Incómoda de ver, cuando menos.

Cuando Tun (Ananda Everingham) y su novia Jane (Natthaweeranuch Thongmee) atropellan a una misteriosa mujer regresando de una farra con sus cuates, verán su vida sumergirse en un abismo insondeable de obscuridad y locura. Fotógrafo el, empieza a captar en sus imágenes la presencia de macabros espíritus, que se manifiestan cada vez con mayor intensidad y desvelarán una historia del pasado... una historia de traición y muerte. Shutter se construye con un guión sencillo pero que no carece de sorpresas y emoción, dando giros y piruetas que revelarán el verdadero yo de nuestros protagonistas y que nos entregan un final inolvidable, terrible. Una historia de fantasmas muy ortodoxa es la que nos presenta esta película tailandesa, realizada en base a la tradición que establecieron otras ya legendarias producciones orientales como Ringu y JuOn; eminentemente verdiazul en su fotografía, personajes melancólicos, flashbacks recurrentes y, viva el gótico, muy poca o nula violencia. Sin embargo, Shutter no carece para nada de su propio swing y consigue dotarse de una personalidad propia que le ha valido una excelente reputación entre los críticos y desde luego, oh fatalidad, un vomitable y por lo más prescindible remake hollywoodense. Pero no cambiemos tan drásticamente de continente, y remarquemos simplemente que estamos ante una obra que consigue helar la sangre desde los primeros minutos. Así es amigos, hasta su ya-muy-curtido narrador tembló de miedo la primera vez que la vió.

Una de las cosas más admirables de Shutter es su cuidadísima producción. Los directores nos muestran que para contar una historia que realmente pueda sumergir al público en un mood terrorífico, se tiene que tener un conocimiento profundo de la psique humana, de lo débil de nuestra voluntad y la fragilidad de lo que, cómodamente, llamamos "realidad". Los personajes están construidos de manera tal que nos envuelven en su vida y hacen que, cuando se encuentran en situaciones de peligro, del otro lado de la pantalla se desgarren nervios y se estremezcan los valientes. Mediante un trabajo de cámaras realmente brillante, un extraordinario trabajo de maquillaje y efectos digitales muy discretos, la película se baña de una atmósfera sobrenatural que llega a ser muy creíble. Balance es lo que tiene muchísimo esta película, nunca se precipita y no cae en la vulgaridad del gore o el abuso del sobresalto. Shutter se cimienta en la confianza al público, en que el espectador construya el tercer elemento nefasto, a gusto y voluntad, hasta que poco a poco se nos va revelando la verdad oculta detrás de lo que un narrador, que se antoja poco confiable, nos decanta de su experiencia personal; acompañando su historia con un score muy profundo, muy pianístico, triste y desolador. Una película, en fin, que no insulta la inteligencia de quien la mira y no pretende mas que hacernos pasar un buen rato de frío e inseguridad. Esto se consigue cuando hay artistas detrás de un proyecto y no solo yanquis-vampiros-devoradores taquilleros que suelen llevar el nombre de Michael Bay. Ejém.

A todos se les ha "trepado el muerto", pero esto es demasiado.

Espero, queridos lectores, que nuestra reseña de hoy los haya dejado con ganas de ver una buena película obscura como esta que, dicho sea de paso, es muy fácil de conseguir en buenas, bonitas y baratas ediciones. Con la mejor época del año a la vuelta de la esquina (Día de Muertos-Halloween), hay que darse el tiempo de ver Shutter, que por ser una película sumamente escalofriante, fría, plausible y deliciosamente oriental, ¡Susto! y Aparte la despide hoy con cinco fotográficos diablos, que ningún fan del género puede permitirse no corroborar:

1 comentario:

Fran dijo...

Oooooof me encaaanta esta película!!!!